Falta de Deseo Sexual y Testosterona
La falta de Testosterona es uno de los principales factores de falta de deseo sexual, a medida que pasan los años los niveles descienden, no obstante, existen tratamientos Médicos que pueden elevar los niveles
En el varón, a partir de los cincuenta años se produce un descenso progresivo de la hormona masculina (testosterona).
Cuando este descenso es excesivo ocasiona una serie de problemas (disminución de la actividad sexual y de la erección, cansancio, irritabilidad, osteoporosis, etc...) que repercuten seriamente en la calidad de vida.
Este déficit de testosterona se presenta en uno de cada diez hombres mayores de cincuenta años y puede ser tratado adecuadamente.
¿Qué entendemos por salud sexual del varón?
Con la edad, se producen el varón una serie de cambios en sus hormonas, en su próstata y en su organismo que afectan a su salud y a su calidad de vida. Para la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es un estado de bien estar físico, mental y social referido a la sexualidad.
La salud sexual del varón (próstata – descenso actividad sexual – cambios hormonales y corporales) no son solo un problema de salud sino que también es un problema de “calidad de vida”
¿Qué manifestaciones clínicas pueden aparecer en esta etapa de la vida?
Los dos síntomas más frecuentes son:
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Descenso del deseo y de la actividad sexual, particularmente de las erecciones nocturnas.
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Descenso de la calidad de la erección (rigidez).
Acompañando a estos dos síntomas principales pueden aparecer o no, alguna de las siguientes manifestaciones:
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Tendencia al cansancio físico y/o intelectual
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Alteración del estado de ánimo con tendencia a la depresión y al mal humor
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Disminución de la masa muscular y de la fuerza
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Descenso del vello corporal y alteraciones de la piel
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Pérdida de la densidad de los huesos con aumento del riesgo de osteoporosis y fracturas
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Incremento de la grasa visceral con obesidad abdominal
Simultáneamente, a partir de los cuarenta y cinco años, se produce un crecimiento progresivo de la próstata que obliga a ir más veces al baño y a orinar con más dificultades.
El descenso de la actividad sexual y el crecimiento de la próstata están relacionados y afectan seriamente a la salud y a la calidad de vida. Por ello es importante un “estudio integral” por un uro-andrólogo con adecuada formación y experiencia en este campo.
¿Por que se produce este descenso excesivo de la actividad sexual?
Fundamentalmente se produce por un déficit en la producción de hormona masculina (testosterona). La testosterona es fundamental para mantener la actividad sexual, la erección, el vigor físico e intelectual, la mineralización ósea, la masa muscular, etc…
La testosterona se produce en los testículos, y estos están gobernados por dos glándulas que están en el cerebro (el hipotálamo y la hipófisis). Un déficit excesivo de testosterona puede deberse a problemas en los testículos o en el sistema hipotálamo-hipófisis.
Además, con la edad puede producirse un descenso de la hormona del crecimiento y de la melatonina que acentúan los efectos negativos del déficit de testosterona.
¿Cómo puede diagnosticarse un déficit excesivo de testosterona?
El diagnóstico no es sencillo ya que con la edad aparecen enfermedades crónicas (diabetes, problemas cardiovasculares, tendencia al cansancio y a la depresión, etc) que se superponen a los síntomas del descenso de testosterona. De hecho, muchos hombres con déficit de testosterona atribuyen sus problemas sexuales y su cansancio a otras enfermedades crónicas y no consultan con el profesional adecuado.
La sospecha clínica de un déficit de testosterona debe de ser confirmada por un análisis de sangre donde se determina la cifra exacta de testosterona libre y biodisponible. La cifra de testosterona total no sirve, lo que de verdad interesa es la testosterona libre, que es la que de verdad funciona.
¿Qué beneficios ofrece un tratamiento con testosterona?
Múltiples estudios han demostrado que el tratamiento con testosterona, bien indicado, produce:
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Incremento del deseo y de la actividad sexual
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Aumento de la calidad de la erección
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Mejoría del bienestar y del estado de ánimo
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Incremento de la energía y de la fuerza muscular
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Mejoría de la densidad ósea y menos fracturas óseas
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Aumento de la masa muscular y descenso de la grasa corporal